Si hay algo sobre lo que los especialistas no discutimos es que la discusión voto electrónico si, voto electrónico no, es todo menos nueva. En estos días el tema goza de cierto espacio en la agenda, a mi criterio mínimo, por estar tratándose la reforma electoral, donde el Poder Ejecutivo busca implementar el sistema de Voto Electrónico para las elecciones 2017.
El proyecto de Ley de reforma electoral que contempla la implementación de voto electrónico desde las legislativas de 2017 obtuvo media sanción y se está tratando en el Senado, vale decir, la democracia está a mitad de camino de quedar privatizada y, como dicen no pocos expertos el fraude democratizado.
Un detalle curioso es que a mayor conocimiento sobre informática de la persona consultada más firme es su postura frente al uso de sistemas de voto electrónico, dato que cobra más valor cuando vemos que son las únicas personas con posibilidades, dudosas, de ser fiscales ante una votación de este tipo.
Llamativamente mientras el poder ejecutivo le vende a la población que un sistema de voto electrónico es mas económico y seguro, todas las pruebas dicen lo contrario. El sistema es infinitamente mas caro que la urna tradicional y lejos de garantizar la seguridad y transparencia del acto electoral, abre la puerta a un sin fin de posibles irregularidades, no garantizando el debido proceso, vulnerando una máxima de nuestra constitución: El voto debe ser secreto.
Enterados los legisladores sobre la posibilidad de que las máquinas utilizadas para el proceso de Voto Electrónico pueden ser intervenidas con un celular, lejos de frenar el proyecto de Ley, decidieron modificarlo para prohibir el ingreso al cuarto oscuro con celulares. Esta prohibición (impracticable) confirma tácitamente que el sistema es vulnerable.
Siguiendo en esta línea poco feliz, los legisladores reafirmaron la seguridad del sistema incluyendo en la Ley penas de cárcel para quien realice auditorías independientes sobre el sistema que salga adjudicado.
Un dato no menor es que el último programador que denunció una falla de seguridad en el sistema de voto electrónico de la empresa MSA sufrió un allanamiento y la incautación de todas sus herramientas de trabajo.
El sistema electoral actual permite que cualquier ciudadano o ciudadana que sepa leer y escribir partícipe pudiendo entender, ver y auditar el debido proceso. Al pasar a un sistema electrónico solo los ciudadanos/as con formación específica y conocimiento del lenguaje de programación utilizado por la empresa proveedora de las máquinas pueden llegar a participar en tanto fiscales informáticos, rol que no garantiza el acceso pleno al sistema de votación ni permite tener una auditoría plena.
Por estas razones la inmensa mayoría de los países que en el pasado optaron por sistemas de voto electrónico lo han descartado, llegando al caso de declararlo inconstitucional por vulnerar derechos y no cumplir con el debido proceso.
Las elecciones de ayer en EEUU, entre otras muchas cosas sirvieron para ver en la práctica varios de los problemas que todos los especialistas vienen denunciando en ambas cámaras de cara al proyecto de Ley de reforma electoral.
El día electoral arrancó complicado para las máquinas estadounidenses, tan complicado como que hasta las 9:30 un gran porcentaje de ellas presentaba fallas y a lo largo del día pese a la ardua tarea de los técnicos responsables muchas no lograron prestar servicio, generando demoras y problemas en la votación. Independientemente de que esta falla es una prueba simple de lo vulnerables que son las maquinas otro dato importante a evaluar es que si la elección de ayer pudo realizarse fue por contar con un plan b y disponer listados de padrones en papel y boletas papel para realizar la votación.
Esperamos esta nueva prueba en tiempo real ayude a nuestros legisladores y legisladoras a ver el peligro de instalar voto electrónico en nuestro país
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