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A 15 años de la desaparición de Jorge Julio López: Repasamos la historia

Hoy se cumplen 15 años de aquel 18 de septiembre de 2006 donde desapareció por segunda vez Julio López. Repasamos la historia con una cronología de lo sucedido.

Hoy se cumple 15 años de aquel 18 de septiembre de 2006 donde desapareció por segunda vez Julio López. Esto sucedió un día antes de que fuera leída la sentencia al represor Miguel Etchecolatz.

Su testimonio fue clave para que lo condenaran. El 27 de octubre de 1976, en plena dictadura militar, ya había sido capturado por primera vez y sometido a todo tipo de torturas.

Jorge Julio López fue secuestrado a pocas cuadras de su casa en el barrio de Los Hornos, La Plata. Cinco testigos lo vieron antes de desaparecer.

 

Su primera desaparición

Unos meses antes el albañil y peronista había revivido una vez más la pesadilla de su secuestro por un grupo de tareas de la dictadura. Su desaparición formo parte de lo que se conoció como “El Circuito Camps”.

Mientras López estuvo detenido, fue trasladado a más de cuatro centros clandestinos de detención. Lo habían secuestrado la noche del 27 de octubre de 1976 durante un gran operativo en Los Hornos, junto a otros militantes peronistas. A la cabeza esa noche estaba el director de Investigaciones de la Policía Bonaerense, Miguel Etchecolatz.

A Jorge Julio López lo habían mantenido secuestrado durante casi seis meses en cuatro de esos centros clandestinos, «Cuatrerismo, Pozo de Arana, Comisaría Quinta y Comisaría Octava». Allí había sido torturado y también había presenciado varios asesinatos. Entre ellos los de sus compañeros de militancia en Los Hornos, Patricia Dell’Orto y Ambrosio Francisco de Marco.

 

La liberación

López había sobrevivido y el 4 de abril de 1977, cinco meses y cinco días después de su secuestro, fue “blanqueado” y puesto “a disposición del Poder Ejecutivo” en la Unidad 9 de La Plata. Es allí donde fue liberado el 25 de junio de 1979.

Una vez en libertad Julio López, se mantuvo en silencio, trabajando, sin llamar la atención, pero recordando e investigando quienes habían sido responsables de su secuestro y de las torturas que presenció y padeció.

La dictadura finalizó en diciembre de 1983, pero a raíz de las llamadas leyes de impunidad dictadas en 1986, no se podía juzgar a los culpables del golpe. Y es más, en 1998, aun regían las leyes de Punto final y Obediencia debida. Es decir, todos los genocidas seguían siendo totalmente impunes.

 

1999: Comenzaron los juicios de la verdad

En 1999 comenzaron una serie de juicios donde victimas y familiares podían contar lo que habían vivido. Sin embargo no tenía ninguna consecuencia final. Su único fin era el de recolectar testimonios que en un futuro podían ser útiles para los juicios «reales».

Jorge Julio López, entonces fue uno de los primeros en declarar públicamente todo lo sucedido. En ese primer testimonio relató con lujo de detalle los centros clandestinos donde estuvo detenido, en qué lapsos de tiempo, con quienes, y como vio los asesinatos de los compañeros que estaban con él.

 

2003: Las leyes las leyes de Punto final y Obediencia debida fueron declaradas nulas

Se reabrieron 2 causas por derechos humanos, que en su momento habían sido cerradas y finalmente esos testimonios iban a poder ser utilizados.

En 2005, los juicios continuaron y uno de esos era particularmente contra Miguel Etchecolatz, uno de los principales represores de ladictadura, director de investigaciones de la provincia de Buenos Aires y coordinador de más de veinte centros clandestinos de detención.

Tras investigaciones, esos 20 centros clandestinos a cargo de Etchecolatz, fueron los centros que tuvieron a más detenidos de toda la Argentina.

 

2006: Declaró Julio López

El 28 de junio de 2006, Julio López declaró como testigo en el Juicio Oral contra Etchecolatz y su testimonio fue clave para la futura sentencia al represor.

 

La segunda desaparición

El 18 de septiembre del mismo año, Julio López iba a presenciar la condena del responsable de su desaparición y tortura durante meses, pero sin embargo nunca llegó. Fuentes cercanas cuentan que salió antes para esperar a su sobrino para ir al Tribunal, caminó varias cuadras y se le perdió el rastro por completo.

Rápidamente, su hijo denunció su desaparición y se abrió una causa por averiguación de paradero. Al otro día, Miguel Etchecolatz fue condenado a perpetua.

 

 

En 2010 Etchecolatz fue internado por un problema de salud, y un médico intento estrangularlo.

Nuevamente lo condenaron a perpetua en 2014, pero esta vez junto a 14 represores, en el marco del juicio por el centro clandestino de detención «La cacha».

En 2017 la Comisión Interamericana de Derechos Humanos le pidió al gobierno argentino que asegure las condiciones para esclarecer el caso por la desaparición de Julio Lopez.

Hasta el día de hoy todavía se sigue buscando justicia. La causa sigue estancada, sobre todo porque la fuerza policial que se encarga de resolver la desaparición es la misma que entorpeció y obstaculizó la causa, ayudando a varios genocidas detenidos.

Al día de hoy, se pide Memoria, Verdad y Justicia para Julio López.

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