No busquemos lluvia, busquemos prevención
¿Cómo afrontamos las altas temperaturas? ¿Qué acciones concretas podemos tomar? Los desafíos que tiene el Ministerio de Ambiente de la Nación son muchos y son urgentes.
Después de días con temperaturas extremas, llegó la lluvia. Pero también se abrieron nuevos interrogantes y se impusieron nuevas iniciativas que no solo son necesarias, sino urgentes.
La situación ambiental es diferente en los distintos puntos del país. Algunas zonas llevan semanas combatiendo el fuego, mientras otras afrontan sequías imprevistas y preocupantes. Sin olvidar las altas temperaturas que produjo la ola de calor. A su vez, se suman normativas que están, pero todavía no funcionan y estrategias que nos faltan aplicar.
Argentina sigue sin estrategias de descarbonización para el 2050 y los humedales y bosques continúan sin estar protegidos. Existen cientos de proyectos para estimular el extractivismo y explotar la producción agroganadera, pero no hay fondos para incentivar el cuidado de distintas áreas.
Y, como si eso fuera poco, todavía persiste la ampliación de la frontera agrícola con el uso de fertilizantes y agrotóxicos incluso en áreas no permitidas.
A la situación de emergencia climática, hay otras emergencias sociales. La desinversión de las empresas, la regulación limitada y también, claro, la minimización que viene sufriendo la crisis climática tanto a nivel local, como mundial.
Mientras se registraban las temperaturas más altas de los últimos años, los cortes de luz no demoraron en llegar dejando a miles de usuario a la deriva. Y no unas horas, sino días enteros. ¿Cómo es posible que a las altas temperaturas se sumen corten de suministro eléctrico y zonas sin agua potable?
A la situación climática sí, se le suma la desinversión y la desigualdad social.
Cada día la Ciudad de Buenos Aires tiene más edificios y más familias que viven en espacios donde vivían algunas pocas personas. ¿Cuánto se invirtió y desarrolló en las últimas décadas? ¿Cuántas acciones llevó adelante para no postergar a los postergados? La respuesta no nos sorprenderá.
No hay más tiempo
Entre otras búsquedas, en Argentina se crearon parques nacionales e intentaron mejorar la gestión de residuos. Como política se busca incentivar la conscientización, pero restan medidas más grandes y concretas.
Al cambio de actitud de los ciudadanos, se deben sumar acciones concretas para contener la contaminación ambiental de las empresas, la explotación de recursos y los incendios indiscriminados. Y ahí la situación es más compleja porque no hay un solo eje que estudiar, hay varios. Sin olvidar el entrecruzamiento de intereses que obstaculizan avanzar eficazmente.
La movilización y las demandas sociales en Chubut lograron detener algunos proyectos como la modificación de la ley para que se permita la megaminería. Este empoderamiento e iniciativa provocó en vecinos de Tierra del Fuego una motivación similar para lograr establecer una norma que prohíba la instalación de salmoneras.
La tensión entre economía y medioambiente no es un tema sencillo de abordar y solucionar. Nos esperan grandes discusiones que junto con la ley ambiental, recientemente sancionada, buscan una gran transición social y cultural.
Pero tenemos una certeza: No hay tiempo que perder.
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