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A 55 años de la Noche de los Bastones Largos

Un mes después del golpe militar que derrocó al presidente Arturo Illia, el gobierno de facto comandado por Onganía intervino las universidades públicas. Represión, desmantelamiento y exilio científico.

Hace 55 años, el 29 de julio de 1966, la dictadura militar encabezada por Juan Carlos Onganía ocupó por la fuerza cinco facultades porteñas. Aquel día, docentes, estudiantes y autoridades quisieron resistir, pero la represión selló «La Noche de los Bastones Largos».

Un mes atrás Onganía derrocó al presidente constitucional Arturo Illia. El 29 de julio promulgó la ley 16.912 que ordenaba la intervención de las universidades nacionales, perdiendo así su autonomía. Asimismo, el objetivo era terminar con un sistema consagrado a partir de la Reforma 1918 que proponía un sistema tripartito.

Así como las universidades parecían un problema, la prensa y el Congreso también. Los medios sufrieron censura y, por supuesto, clausuraron Congreso. Las posibilidades que abrían las universidades a los y las jóvenes parecían fuera de su alcance, por ello una ley que impidiera esa libertad.

El Gobierno ordenó que los rectores se convirtieran en interventores y que las universidades dependieran del Ministerio de Educación. Quienes no aceptaran, tenían un plazo de 48 horas para renunciar.

La Universidad de Buenos Aires (UBA) repudió el golpe a través de un comunicado. La firma la puso el rector Hilario Fernández Long y 250 profesores. El documento informaba que se resistirían a la medida y desconocer la autoridad de un gobierno que quisiera ponerle fin a la autonomía.

Las autoridades de las universidades del Sur, Noreste y Cuyo acataron la orden, pero las de Buenos Aires, Córdoba, Litoral, La Plata y Tucumán debieron abandonar sus cargos o fueron removidas.

La Noche de los Bastones Largos: el quiebre en la educación superior

 

El 29 de julio estudiantes, docentes y graduados de la UBA se reunieron en las sedes de las facultades. El epicentro de la resistencia se dio en Ciencias Exactas, ubicada en la reconocida «Manzana de las Luces».

El operativo que llevo adelante la policía en Exactas se llamó «Operativo Escarmiento». A la cabeza, el genera Fonseca llevó adelante una represión violenta. La comunidad académica supo sufrir los golpes de aquellos bastones largos.La Noche de los Bastones LargosUna vez tomado el edificio, las fuerzas organizaron dos hileras de docentes y estudiantes. Los golpearon y los detuvieron. En total, fueron 400 los detenidos.

Violencia física, simbólica y exilio científico

Más de 300 científicos y científicas debieron abandonar el país tras ser acusados de «comunistas». Decanos y vicedecanos debieron abandonar sus puestos.

No solo se intervinieron las universidades nacionales, sino también se realizó una «depuración académica». Expulsaron a cualquier tipo de oposición que realizara actividades dentro de esos espacios.

A la par, tanto las casas de estudio como los laboratorios fueron desmantelados. Durante tres semanas Onganía cerró universidades y empujó a más de 1.300 personas a renunciar a las casas de estudios. De la expansión a la ruina.

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