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Lucas González | El último policía detenido negó haber plantado el arma en la escena

Se trata de Facundo Matías Torres, apodado “Cachorro”. El oficial fue mencionado durante el juicio por Héctor Cuevas, inspector de la Policía de la Ciudad, imputado por encubrimiento.

La causa por el crimen de Lucas González, el joven futbolista de Barracas Central atacado a tiros junto a tres amigos en 2021, dio un giro tras la detención del agente Facundo Agustín Matías Torres, señalado como uno de los oficiales que llevó un arma de juguete para plantarla en la escena. Finalmente, en el día de ayer, después de su detención el sábado, el policía de la Ciudad de Buenos Aires declaró ante los investigadores y negó haber cometido ese delito.

Torres brindó su testimonio en la indagatoria ante la jueza Vanesa Peluffo, quien ordenó su detención. El funcionario judicial tomó esta decisión luego de que el inspector Héctor Cuevas, acusado en la causa por “encubrimiento”, indicara que el oficial llegó en una moto de la fuerza de seguridad junto con Gabriel Issasi, uno de los tres policías acusados de “homicidio”, con el arma.

El nuevo detenido tiene 25 años y es conocido por su apodo “Cachorro”. Actualmente está imputado por “falsedad ideológica, privación ilegal de la libertad agravada por abuso funcional y sin previsión de la ley, encubrimiento agravado por la condición de funcionario público y por ser el delito precedente especialmente grave e imposición de torturas” en perjuicio de Julián Salas (19), Joaquín Zuñiga (19) y Niven Huanca (19), los tres amigos de joven fallecido.

Su defensa, a cargo del abogado Martín Stagno, pedirá en las próximas horas su excarcelación pero se prevé que continúe detenido.

Qué dijo el policía acusado de traer el arma para “plantar”

Según declaró Cuevas, ese día Torres se hizo presente en la escena del crimen en una moto y colaboró con el oficial Issasi en la maniobra de encubrimiento. Siempre según su relato, Issasi fue quien “tiró el arma” en la parte trasera del vehículo en el que circulaban los adolescentes por orden del subcomisario Roberto Orlando Inca.

Ante la jueza, Torres reconoció la secuencia pero negó que hubiera ido hasta su armario en la Comisaría para buscar un arma de juguete.

“Isasi me preguntó si habían detenido a los chicos, le dije que por la modulación habían dicho que sí. Entonces me pidió que lo llevara a la comisaría para buscar más cinta de seguridad para acordonar la zona. Él era mi superior, así que lo obedecí”, relató el acusado.

Asimismo, Torres aseguró que nunca escuchó la frase “andá a poner eso”, ni nada parecido, en relación al arma que fue plantada en el rodado donde estaban los jóvenes para aparentar un enfrentamiento.

“Acá hay gente que no tiene nada que ver. Todo esto es político, para perjudicar a la Policía de la Ciudad”, cuestionó Torres a lo largo de la indagatoria. 

Dalbón: “La idea es ir hasta el jefe de la Policía de la Ciudad”

El abogado Gregorio Dalbón, que representa a los padres de Lucas González dijo que “la idea es llegar al jefe de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires”.

“Nos dimos cuenta de que en este complot nunca visto en la Argentina y en pocos países del mundo, había más de 150 policías que van a ser geolocalizados. Vamos a ir hasta el jefe de la Policía de la Ciudad y hasta que el último que estuvo en el lugar y el último que hizo algo para encubrir el hecho. Imaginen que te maten a tu hijo y además le pongan un arma y lo hagan quedar como un delincuente. La idea es que paguen todo lo que corresponde, matar y ensuciar a tu hijo nunca más”, dijo el letrado.

En la puerta de los tribunales situados en Paraguay 1536, y antes de una nueva audiencia del juicio que lleva adelante el Tribunal Oral en lo Criminal 25, Dalbón estimó que durante esta jornada podrán declarar algunos de los policías imputados y que, por la tarde, comenzarían los alegatos de la querella.

Sobre la audiencia de ayer, donde declaró Facundo Torres, Dalbón dijo que este será un encuentro “bastante fuerte”.

“Cuevas no sólo señaló quién colocó el arma y quién fue a buscarla sino también señaló que estas no eran unas balas de unos loquitos, sino que también tenía miedo por su hija porque podían matarla. Estos son unos mafiosos, estamos peleando contra la mafia. El hecho de que uno de los policías diga que tiene miedo de que maten a su hija es inédito en Argentina. Esta es la mafia y la mafia no tiene banderas políticas”, concluyó. 

 

 

Con información de Télam

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